El Barocco
Teatro de las pasiones Colección Pier Luigi Pizzi
NOTA DE PRENSA
El Instituto Italiano de Cultura de Madrid, bajo el patrocinio de la Embajada de Italia, en colaboración con la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando, con la participación de Lancia y gracias a la ayuda de Da Donata Samadelli y de D. Michele Scardamaglio de la “Soprintendenza per i Beni Storici, Artistici ed Etnoantropologici per le province di Verona, Rovigo e Vicenza”, presenta en exclusiva para España la exposición El barroco. Teatro de las pasiones Colección Pier Luigi Pizzi. 46 obras de gran valor e impacto visual de artistas desde Ribera hasta Luca Giordano pasando por Giuseppe Maria Crespi, el Guercino, Salvator Rosa, Giaquinto y Guido Reni: los mayores representantes de un siglo que exalta los sentimientos, las pasiones extremas, el tormento y el éxtasis.
Obras maestras elegidas con atención e inteligencia crítica, que ofrecen al público una espléndida puesta en escena representativa del Barroco en cuanto auténtico teatro del mundo, con todos sus elementos dramáticos e inquietantes.
Una colección soberana de un verdadero y gran coleccionista, hombre culto, enamorado del sujeto iconográfico, seducido por los temas crueles e inquietantes a través de los cuales la poética de lo verdadero desvela y exalta conceptos eternos, como el sufrimiento, el amor, la belleza. Un gran coleccionista de arte que selecciona las obras en razón del argumento y del estilo que le otorga significado. El Maestro Pizzi transmite, en su búsqueda de obras de arte, su cultura, sus intereses poéticos y literarios, su oficio, reflejando incluso su vida y su destino. Hombre de teatro, sabe que las escenificaciones de una situación dramática pueden ser infinitas así como infinitas son las interpretaciones de un personaje o de una trama. Los sujetos de sus pinturas son a menudo mártires cristianos y héroes de la mitología clásica. Predominan los retratos de San Sebastián, la piedad de su martirio y su desnudez, que ofreció a muchos pintores del siglo XVII motivos para investigar sobre el sufrimiento humano, para presentarlo como ideal de belleza, de esperanza y de fe.
El siglo XVII es el siglo del teatro y también del naturalismo. El descubrimiento de la verdad de la naturaleza, de los recursos de la psicología y de la dramaturgia en la representación del individuo y de la historia forman una conjunto maravilloso que en este siglo abre paso a la modernidad. Los cuadros sobre San Sebastián de la colección Pizzi son “modernos” en el sentido que ofrecen muchas variaciones modernas sobre el tema, todas posibles. He aquí, entre otras, tres versiones diferentes de San Sebastián de Luca Giordano, la imagen del santo, antitradicional y antiacadémica, de Giuseppe María Crespi, o las historias y fantasías que sugieren las diferentes representaciones del mártir cristiano realizadas por el “Maestro de la luz de la vela”. Pizzi sabe que la pintura es como el teatro, el mundo de las “aptitudes y de los afectos”, por ello ha sabido elegir cuadros elocuentes, llenos de emociones, de alusiones y de estremecimientos, como en la extraordinaria pintura José y la mujer de Putifer de Domenico Fiasella, atravesada por una agitación febril y erotismo. Otras veces en los cuadros de Pizzi el drama se tiñe de colores oscuros, como en El martirio de Santa Inés de Francesco del Cairo, que más que un martirio es un asesinato.
No existe colección sin pinturas decorativas. El hombre necesita de quietud y de distensión tras el drama. He aquí las naturalezas muertas de Antonio Tibaldi y los jarrones de flores de Astolfo Petrazzi o un cuadro de género como la vista de Filippo Gagliardi con sus perspectivas que desvela significados políticos e intenciones alegóricas. Todos estos sujetos han sido retratados según la hagiografía de la contrarreforma, que se presenta como una determinada especialización dentro del repertorio barroco. Un cielo que se oscurece sobre el cuerpo lívido de un mártir en un escorzo audaz, el tema de la purificación y el de la seducción, todos juntos devuelven al espectador el ideal puro de la belleza, el placer estético, solicitando los aspectos más recónditos y oscuros de la imaginación.
Real Academia de Bellas Artes de San Fernando 20 de octubre – 20 de noviembre de 2011 Horario: de martes a sábado de 10 a 14 horas y de 17 a 20 horas
Domingo y festivos de 10 a 14 horas Lunes cerrado